Camas 10/12/2025
El seguimiento a la capacidad instalada institucional según su ubicación es fundamental en el tema de acceso ya que es un pilar operativo que permite realizar una planeación más estratégica y eficiente de acuerdo con las necesidades particulares de cada región, además de permitir una proyección de la capacidad resolutiva de cada institución ante eventos inesperados que requieran disposición adicional o extensión de las capacidades, como ocurrió en la pandemia por COVID – 19.
Para el presente análisis se reitera en la sensibilidad de la información disponible en la fuente oficial (Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud), ya que son datos altamente variables y solamente se pueden analizar bajo un promedio simple. Para los tomadores de decisión sería altamente efectiva la disposición de los datos con cortes estables, ya que permitiría un análisis con mayor rigurosidad.
De acuerdo con las cifras reportadas por el REPS para octubre, el país cuenta con una capacidad instalada de 49.519 camas adulto aproximadamente, concentradas principalmente en Bogotá y Antioquia que acumulan el 30% del total nacional, en menor proporción le siguen Cali, Barranquilla y Santander, el resto de las ciudades principales y departamentos reportan participaciones de menos del 4%. Cabe destacar que esta categoría presentó una disminución de 253 camas con respecto a la medición reportada en el anterior boletín.
En cuanto a las camas asignadas para trabajo de parto, parto y recuperación se registra para el período de octubre una cifra aproximada de 3.156 camas, las cuales se concentran en su mayoría en Antioquia (11,1%), le sigue Bogotá con el 9,2% y con menos del 5% de participación el resto de las ciudades y departamentos. Para estos servicios se identificó una reducción de 97 camas con respecto al informe anterior, continuando con la tendencia decreciente evidenciada desde períodos previos (ver gráfico 4), situación que preocupa y a su vez genera grandes interrogantes. Preocupa por el acceso tan limitado que enfrenta la población materna en ciertas zonas del país especialmente en zonas rurales y apartadas, y genera grandes interrogantes como si ¿el descenso en camas para atención del parto se debe a la disminución de la natalidad? o ¿es causa de la crisis actual en salud?, solo un seguimiento comparativo, detallado y constante lo responderá.

Continuando por el mismo eje materno perinatal, es de resaltar que en el último año se observa una disminución progresiva en el número de camas habilitadas y reportadas en el REPS para cuidado intensivo neonatal, evidenciando al igual que otras categorías de capacidad instalada, que hay una alta concentración en las principales ciudades del país. Para el caso específico de cuidados intensivos neonatales, la concentración más alta se registra en Bogotá (16,4%), seguida de Barranquilla (8,5%), Córdoba (8%) y Antioquia (7,6%), los departamentos y ciudades capitales restantes se encuentran con coberturas por debajo de 6,5% e incluso sin cobertura como es el caso de Amazonas, Chocó, Guainía, Guaviare, Vaupés y Vichada, territorios altamente rurales y de difícil acceso geográfico, situación que impide la rápida movilización a otros territorios que cuenten con dicha atención, obligando así a que las situaciones de emergencia en neonatos se sometan a procesos prolongados de remisión.
Al virar la capacidad instalada de camas hacia el perfil de salud mental se encuentra que, a pesar de la disminución de camas en algunos servicios, las camas de salud mental adulto, pediátricas y generales (sin especificidad), han incrementado su capacidad con respecto a octubre del año 2024, excelente noticia teniendo en cuenta los actuales problemas de salud mental a nivel nacional.
El seguimiento a la capacidad instalada de camas por tipo de servicio en Colombia continúa evidenciando una distribución inequitativa y desigual, además de un descenso importante de camas especialmente en los servicios de atención perinatal, comprometiendo la capacidad resolutiva de los diferentes territorios. De igual forma se observa una mejor capacidad instalada para los servicios de salud mental, alineándose a los retos actuales. Es importante contar con datos abiertos que presenten menor variabilidad o un histórico que permita generar predicciones ante situaciones extraordinarias y acorde con el perfil poblacional de cada territorio colombiano.






