Camas 14/08/2025
El análisis de la capacidad de oferta institucional es fundamental para una planificación efectiva que optimice el uso de los recursos disponibles. Conocer el estado actual de la capacidad instalada permite evaluar el desempeño institucional, fortalecer la articulación entre los distintos niveles de atención y consolidar una oferta de servicios más resolutiva. Además, contar con esta información es clave para responder de manera oportuna y eficiente ante eventos críticos o emergencias de gran magnitud (3).
El análisis de este indicador presenta desafíos relevantes, principalmente por la sensibilidad y variabilidad de los datos disponibles en la fuente oficial: el Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud (REPS). Esta plataforma contiene información transversal que puede ser actualizada varias veces en un mismo día, según los reportes enviados por las instituciones prestadoras de servicios de salud. Este dinamismo en la actualización dificulta la consolidación y el análisis riguroso de los datos, al no contar con cortes estables que permitan comparaciones consistentes en el tiempo.
Al analizar las cifras correspondientes a 2024 y lo transcurrido entre enero y julio de 2025, se evidencia una tendencia sostenida a la disminución en la disponibilidad de camas, cunas e incubadoras destinadas a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Entre enero de 2024 y enero de 2025, se estima una reducción del 6,3%, que se amplía al 7,5% en julio del presente año (ver gráfico 3).
Gráfico 3. Camas habilitadas para UCIN en Colombia. Fuente: Elaboración propia con dato del REPS
Esta situación resulta preocupante, especialmente si se considera la necesidad de avanzar hacia las metas de reducción de la mortalidad infantil definidas en los compromisos nacionales e internacionales. En línea con las recomendaciones de la CEPAL, es prioritario expandir los servicios neonatales en territorios con alta carga de mortalidad neonatal y limitada capacidad instalada (4).
En concordancia con las metas de reducción de la mortalidad infantil, también cobran relevancia las metas relacionadas con la mortalidad materna, cuyo cumplimiento se ve comprometido al observar la disminución en la disponibilidad de camas destinadas a la atención de trabajo de parto, parto y postparto. Entre enero de 2024 y enero de 2025, se registra una reducción del 7,1%, cifra que se mantiene en la última medición disponible al 30 de julio de 2025 (ver gráfico 4).
Gráfico 4. Camas habilitadas para trabajo de parto, parto y recuperación en Colombia. Fuente: Elaboración propia con datos del REPS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de contar con infraestructura adecuada para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud materna (5). En este contexto, los servicios obstétricos requieren especial atención en su conservación y fortalecimiento. La reducción progresiva en su disponibilidad resulta preocupante, particularmente en zonas apartadas del territorio colombiano. En las grandes ciudades también se observa esta tendencia, aunque en dichos contextos podría estar asociada a la disminución de las tasas de natalidad.
Por otro lado, se realiza seguimiento a un servicio trascendental para el bienestar de la población: la atención en salud mental, tanto en población adulta como pediátrica. Aunque se trata de servicios esenciales, en el último año se ha registrado una reducción de las camas de salud mental para adultos del 6% entre enero de 2024 y enero de 2025, que se mantiene en un 5% en la medición de julio del mismo año. En contraste a esta cifra, se observa un aumento importante del 28% en las camas de salud mental pediátricas, aumento pertinente teniendo en cuenta la situación actual de salud mental en la niñez.
Si bien los datos presentan alta variabilidad, se identifican tendencias al descenso en los tres servicios analizados (UCIN, atención obstétrica y salud mental), lo que genera alertas importantes frente al riesgo de retroceso en la capacidad instalada del país. Estas señales deben ser consideradas en la planificación sectorial para evitar afectaciones en el acceso y la calidad de la atención.